Son muchas las personas que bien sea ya como primera opción o bien
arrastradas después de haber trabajado como personas asalariadas que
deciden probar a trabajar por su cuenta, establecerse ofreciendo sus
servicios directamente a los clientes, dicho de otra forma personas que
desean establecerse como autónomas, otramente dicho (y aunque puede
tener acepciones con matices diferentes) como trabajadores o
trabajadoras freelance. Muchas de estas personas inician su actividad
con muy pocos o nulos recursos, una infraestructura mínima y unas
necesidades funcionales muy básicas, pero en algunos casos vamos a más y
cambia la situación, ¿qué sucede entonces? Veámoslo.Según
la profesión que ejerzamos igual esto no tendrá ningún sentido, es
decir, puede ser que por las características propias e intrínsecas del
negocio que gestionamos jamás precisemos de adquirir una estructura, una
infraestructura mayor de la que ya disponemos, pero en muchas otras
ocasiones, en la mayoría de ellas, bien se podría decir que
potencialmente en todas ellas, la situación es bien diferente, y un auge
del negocio, un ascenso en número de clientes, en la cifra de
facturación, significa inexcusablemente una necesidad de crecer, de
adquirir mayor dimensión, de explorar nuevas fórmulas y nuevos caminos
en nuestra estructura profesional, a eso se le llama evolución.
Adentrémonos en ello.
Y es que es evidente que por ejemplo si somos asesores legales,
diseñadores gráficos o escritores, no es lo mismo gestionar cinco
clientes, que quinientos, ni estar hablando de cifras de negocio que se
muevan en unos pocos cientos o miles de euros, a que esas cifras
empiecen a multiplicarse, ante estos cambios, un cambio estructural es
necesario, necesario por muchos motivos, desde las mismas necesidades
operativas, a las legales o fiscales.
La necesidad en el ámbito operativo de ir dando pasos en esta evolución,
en la creación de esta estructura superior es más que obvia por la
necesidad de la gestión del día a día en sí mismo, y para aumentar la
capacidad de poder atender a nuestros clientes, pues por ejemplo no es
lo mismo cuando podíamos atender a nuestros pocos clientes directamente a
través de sus llamadas a nuestro móvil y nosotros visitarlos
directamente y desarrollarles el trabajo encargado, a cuando debemos
gestionar multitud de proyectos y gestionar multitud de llamadas y
organización de agendas, además esto conlleva una necesidad de que
nosotros nos centremos en el área de gestión o de trabajo en las que
seamos especialistas, en la que nos sintamos cómodos y organicemos a
nuestro alrededor una estructura que haga todas esas funciones
suplementarias que nos permitan centrarnos y desarrollarnos nosotros en
el núcleo central de nuestro negocio.
Pero más allá de la operativa en el día a día, en la gestión de nuestro
negocio, donde realmente también tiene impacto un auge de nuestro
negocio es en la forma jurídica, en la forma legal que adquiere nuestro
negocio, ello tiene alto impacto tanto para el negocio en sí mismo, como
para el profesional que hay detrás de él, aquí vamos a verlo desde una
doble vertiente: la de las modalidades y pasos para adquirir dichas
formas legales, hasta los condicionantes que inciden en una forma u otra
de elección. Según desde el país desde el que esto se lea las
particularidades, nombres legales o requerimientos podrán ser unos u
otros, también los requisitos o los tramites a realizar, por eso aquí se
va a explicar de una forma simple, lo más transversal posible y con
definiciones muy claras, pues está claro que por ejemplo aunque en un
país al trabajador por cuenta propia se le llame autónomo y en otros
países de otra forma, o a la empresa más habitual de los pequeños y
medianos empresarios se la llame SL (Sociedad limitada) en algunos
lugares y con otras siglas en otros, es evidente que las funciones
primordiales de las mismas y la necesidad de crecer con ellas es
indistinto (por lo general) de nacionalidades y de particularidades
concretas.
Desde un punto de vista de condicionantes que influyen a nivel legal o
fiscal en escoger una u otra forma jurídica, y dejando ya de lado todos
aquellos condicionantes de gestión del día a día, nos encontramos con
dos factores clave para que un autónomo decida constituir una sociedad o
no para sus quehaceres profesionales. Por una parte estará la
fiscalidad aplicable y por la otra la propia responsabilidad del
empresario en el negocio, aquí huelga decir que existirán
particularidades, pero por lo general la opción de constituir una
sociedad será aconsejable siempre que queramos limitar nuestra
responsabilidad al capital aportado como socios en la sociedad (por
ejemplo en las sociedades limitadas (SL) en España se exige un capital
social mínimo de escasos 3000€), pues al contrario el autónomo responde
ilimitadamente con sus propios e ilimitados bienes, y a priori también
será muy aconsejable constituirse para un autónomo como sociedad cuando
quiera que sus ganancias no tributen al fisco (a la hacienda pública)
imputándose directamente a sus rentas personales (IRPF) sino que
tributen en los beneficios o pérdidas de una sociedad y de ahí el se
ponga unos ingresos determinados. Como consejo general y siempre
recomendando encarecidamente visitar a un asesor especializado sobre el
tema que nos guiará paso a paso y de forma totalmente segura y
profesional según nuestro caso, siempre será fiscalmente más ventajoso
tributar a través de una sociedad con personalidad jurídica propia que
no como personas físicas, pero es necesario reiterar la necesidad de
estudiar caso por caso de forma particular, pues dependerá mucho del
país del que se trate, de las cantidades facturadas, etc.
Si en los pasos legales y administrativos a seguir nos fijamos diremos
que por ejemplo si nos fijamos en el caso de España no será necesario
para darnos de alta como autónomos más que ir a la hacienda pública a
darnos de alta a través del modelo 036, el que nos dará de alta censal
como profesionales y a la vez en el IAE y también acudir a la seguridad
social para darnos de alta en el régimen especial de autónomos de dicho
organismo. Posteriormente nuestras obligaciones básicas serán abonar
mensualmente la cuota de autónomos (entre unos 200 y 300€ de aportación
mínima para este año 2010, pues dependerá de las bonificaciones a las
que nos podamos acoger, bases de cotización, etc.) lo que nos dará
derecho a los servicios y prestaciones del sistema público, y también
deberemos presentar declaración trimestral del IVA a la hacienda pública
y demás obligaciones fiscales y de cualquier otra índole que nos sean
aplicables. En el caso de querer constituir una sociedad y partiendo de
la base que constituiremos la más común de las sociedades, la SL, los
trámites básicos serán crear unos estatutos de la sociedad, escoger y
registrar una denominación social, depositar el capital social y dar de
alta la sociedad en el registro mercantil, y darla de alta a todos los
efectos y obligaciones fiscales, ello significa conseguir su propio
código de identificación (denominado CIF en España), etc. , a la vez la
empresa también deberá regularizarse en la seguridad social, conseguir
sus cuentas de cotización, etc., en caso de tener empleados o distintos
centros de trabajo reunir todos los requisitos, sin olvidar las demás
obligaciones que podamos tener o las particularidades o trámites extra
que nos obligue nuestro sector en concreto.
Un último apunte, siguiendo con el ejemplo de España, uno de los países
donde la eAdministración o la administración está más implantada de
Europa, decir que los trámites y las gestiones para darse de alta como
sociedad cada vez se agilizan más, por ejemplo en el caso de Catalunya
gracias a la eAdministración y a la implantación de la ventanilla única,
se ha pasado de un tiempo total necesario para completar el proceso de
20 días a poderlo hacer actualmente todo de forma virtual de entre una
forma automática e inmediata y un máximo de 48h según el caso, esta
tendencia será la tónica general de nuestro futuro más inmediato, pues
por ejemplo en los próximos diez años el país de Chile tiene un proyecto
a desarrollar por una determinada empresa para desplegar todo lo
referente a la eAdministracion, y así país por país y lugar por lugar.