Para muchas personas, lo más complicado de ser freelance (y eso que
hay cosas y cosas) es saber cuáles son las tarifas que se van a cobrar.
Así que te vamos a asesorar para que puedas crear tus propias tarifas,
aunque la última palabra la tienes tú.
En primer lugar, piensa lo que necesitas y los gastos que vas a tener:
- ¿Cuál es el sueldo mensual que te querrías asignar?
- ¿Qué gastos fijos vas a tener, tanto de negocio como otros?
Seguridad social o gastos sociales, impuestos, servicios, alquileres,
internet, etc.
- Calcula cuántos días quieres de vacaciones o de libre disposición,
incluso de enfermedad, ya que tendrás que compensarlos de alguna forma
- Y piensa en una cantidad para imprevistos
Un caso práctico
Imaginemos que vives en España y quieres tener un sueldo de 1000
euros, más otros 200 para imprevistos, y gastarás 250 euros en seguridad
social, no pagas alquiler, pagas 30 euros de luz, 50 de internet y
teléfono, 20 de móvil, 50 de asesoría, 10 de hosting y dominio y nada
más. Necesitas facturar 1610 euros al mes, y a eso hay que añadirle que
también se pagan impuestos (21% de irpf y 21% de iva).
Si trabajas 22 días, 8 horas diarias, son 176 horas en total al mes
(sabemos que la mayoría de freelance trabajan mucho más, pero lo vamos a
calcular así). Tienes que dividir 1610 euros entre las horas que
trabajes para ver cuánto deberías cobrar por hora. En este caso, te sale
a menos de 10 euros la hora.
A esto súmale el iva y el irpf (o los impuestos en tu país) para no
llevarte sorpresas a final de mes. Además, es recomendable que pienses
en asignar algo más para poder cubrir días imprevistos que no se puedan
trabajar y días de vacaciones que se quieran tener. Hemos llegado a una
cifra mínima de 15 euros (iva incluido), aunque puede ser recomendable
asignar por ejemplo 18 euros, no sólo por vacaciones o imprevistos, sino
también porque en ocasiones calculamos menos tiempo del que realmente
necesitamos (y además hay que atender a los clientes, preparar
presupuestos, hacer facturas, etc).
Ahora ¡haz tu caso práctico! Hay personas que necesitan 1000 euros
para vivir, otras 600, otras 2000, otras quieren cobrar 3000 e incluso
hay quien con 300 tiene más que suficiente. Hay quien tiene que pagar el
alquiler, quien tiene otros gastos y necesidades, así que sólo tú
puedes calcular tu precio por ahora. Y también en función de país los
gastos son distintos.
Cuánto te va a llevar un trabajo
Teniendo en cuenta el tiempo que te puede llevar un trabajo de media,
es el momento de pensar en tu tarifa o precio por servicio. Si vas a
hacer una traducción que te va a llevar dos horas, puedes cobrar desde
10 hasta 36 euros en el caso práctico, pero habrás calculado lo que
asignarías en tu propio caso.
Por supuesto, calcula el tiempo en función de lo que vayas a rendir
en un nivel óptimo, ya que el cliente no tiene por qué pagar que un día
rindas la mitad de lo normal o que no te organices bien. Aunque también
piensa lo que vas a gastar con el cliente en otras cosas, o en funciones
con las que no contabas. Piénsalo bien, porque acabar negociando con el
cliente después no es bueno.
Y ahora mira cuánto cobran los otros
Para ser más competitivo y no dejar que el mercado nos coma, a veces
hay que ajustar los precios, aunque esto suponga ganar un poco menos
cada mes o tener que trabajar algunas horas más. Mira cuánto están
cobrando otras personas por el mismo servicio para ver si puedes ofrecer
un servicio adecuado y competitivo, y si no puedes no lo hagas, no te
rebajes, busca nuevos proyectos. En el caso de la traducción, si ves que
los demás están cobrando 30 euros puedes ajustar tu tarifa para ser más
competitivo/a y captar al cliente con vistas de conseguir más trabajos y
con el tiempo subir las tarifas.
Experiencia
Y por supuesto, tus tarifas y tu “sueldo” lo debes asignar en base a
tu experiencia. Al principio se va a cobrar menos porque se está ganando
experiencia, y porque además no se conocen muchas cosas y llevan más
tiempo y no se hacen tan bien como cuando se adquiere experiencia, y
por eso alguien que acaba de empezar (sin ser explotado) puede llegar a
aceptar tarifas más bajas. Aunque debería ser de una forma provisional
mientras aprenda, aunque en realidad debería adquirir esos conocimientos
con prácticas o trabajando con otras personas para no rebajar las
tarifas haciendo algo similar a la “competencia desleal”.
Pero después, se cobra más porque lógicamente se tiene mucha más
experiencia, se cobra en función de lo que se puede aportar al cliente. Y
aunque se tiene miedo de las personas que están cobrando menos, si en
realidad no valen o no aportan a las empresas lo que necesitan, los
clientes acabarán volviendo a ti…. Aunque cobres más que ellos, porque
lo vales.
Así que piensa en tus tarifas y asígnatelas tal cual. A veces puede que las tengas que rebajar un poco… pero nunca demasiado.