Aunque existe obligación por cotizar, en muchos casos nos encontramos con autónomos que son propiamente dichos y otros que aun cotizando no pueden considerarse autónomos como tal. ¿Qué significa esto?
Los autónomos propiamente dichos los conocemos como autónomos profesionales, autónomos empresarios y autónomos dependientes (autónomos trade).
Los autónomos que no son en sí autónomos, aunque tienen que cotizar, suelen ser principalmente autónomos agrarios, autónomos socios de sociedades mercantiles, autónomos socios de cooperativas de trabajos asociados, autónomos socios de sociedades civiles y comunidades de bienes y también los autónomos colaboradores.
Como podemos ver, los principales autónomos (autónomos propiamente dichos) son los que se dedican a actividades de la sección primera del IAE (empresarios) o segunda del IAE (profesionales) y también los que dependen de una empresa de la que obtienen la mayor parte de su facturación. Deben pagar las cuotas de la Seguridad Social correspondientes y cumplir con todas las obligaciones que se solicita a los autónomos en RETA.
Otros autónomos que no son en realidad autónomos
Los autónomos que tienen que pagar por ser autónomos sin ser propiamente dicho son los que trabajan en la agraria o son socios de alguna sociedad, así como familiares de autónomos que no pueden ser contratados.
No tienen las mismas obligaciones en lo que se refiere a ser autónomo, ya que en el caso de autónomos colaboradores no tienen que presentar declaraciones de impuestos de iva e irpf, los agrarios tienen tipos de cotización inferiores al RETA, los socios de cooperativas declaran rendimientos de trabajo, los de sociedades civiles y comunidades de bienes no tienen las mismas obligaciones fiscales que los autónomos propiamente dichos y los socios de entidades mercantiles cotizan en función de su participación en el capital de la empresa. Aunque pagan autónomos como el resto, en menor o igual cantidad, sus obligaciones no son las mismas ya que tienen unas condiciones diferentes.
En total, entre unos y otros, hay cerca de 3,2 millones de autónomos en España y muchos más alrededor del mundo.