Tal vez alguien pensó que, con el avance de los videos y los nuevos programas y técnicas de gráfica y animación, la vieja y querida diapositiva pasaría a la historia. No es así: modernizada y digitalizada, sigue siendo un recurso didáctico difícil de superar y además una excelente oportunidad para teletrabajar.
Un poco de historia
Pocos recuerdan o saben hoy en día qué es realmente una diapositiva; sin
embargo, las diapositivas tradicionales fueron utilizadas por docentes y
profesionales hasta no hace más de 10 años y todavía seguramente muchos
conservan diapositivas de viajes. Es un formato de película fotográfica
que fue muy popular a nivel de la fotografía familiar y publicitaria
debido a la fidelidad y nitidez de los colores y su duración
prácticamente eterna. Cada diapositiva es como un fotograma de 35mm; se
colocan en marcos de plástico o cartón y para verlas se necesita un
proyector de diapositivas, una suerte de abuelito de los modernos
proyectores y miniproyectores. En realidad las diapositivas fotográficas
siguieron utilizándose debido al costo de los cañones proyectores, ya
que no muchas personas o instituciones contaban con este artefacto para
realizar una presentación digital. A medida que se hicieron más
accesibles, la presentación digital desplazó a la fotográfica pero
conserva el nombre, como un homenaje a un recurso que durante un siglo
apoyó presentaciones didácticas y culturales.
Programas y recursos
Hay varios programas muy populares para hacer presentaciones con
diapositivas, muy versátiles e intuitivos. Además, los realizadores
cuentan con muchos recursos en Internet, como plantillas, tipografías,
ilustraciones y fotografías de libre disponibilidad y también de pago.
La mayoría de los paquetes de oficina traen un programa para realizar
diapositivas; la presentación completa consiste en una serie de
diapositivas confeccionadas en base a un guión o texto proporcionado por
el disertante. La presentación final puede contar con animaciones en
los textos, efectos especiales, transiciones entre diapositivas, puede
ser automática o manejada por el usuario y admite videos y sonido.
Recomendaciones:
- Utilizar el mismo programa que el disertante o el que se utilizará el día de la presentación
- Probar el funcionamiento de la presentación antes de enviarla o entregarla
Técnicas
Respecto de la confección de la diapositiva, hay algunas reglas
sencillas que facilitan no solamente la exposición del disertante, sino
también permiten a la audiencia visualizar y captar los conceptos con
mayor rapidez y permanencia. Estas reglas se refieren a aspectos
técnicos como el color y tamaño de la letra, y también a la efectividad
de la presentación en cuanto a la cantidad de diapositivas y la
combinación entre recursos gráficos y texto. Desde el punto de vista de
la utilización y combinación de colores, el realizador debe tener una
idea acerca de la iluminación del ámbito en el que se realizará la
presentación. Si hay luminosidad o la presentación se realizará en una
videoconferencia o por Internet, lo mejor es un fondo claro y letras
oscuras. En cambio si el lugar estará totalmente oscurecido, pueden
utilizarse fondos coloridos y letras claras. En cuanto a la cantidad y
distribución de las diapositivas, una de las reglas es la de 8 / 8 / 8: 8
diapositivas de 8 renglones como máximo cada una, con frases de 8
palabras como máximo. Otra regla es 10/20/30: 10 diapositivas, para ser
expuestas en 20 minutos, con un tamaño de letra como mínimo de 30
puntos. En todo momento debes tener presente que puedes realizar un
trabajo vistoso pero que no complique al conferencista ni se convierta
en algo más importante que la disertación. Es decir que la presentación
debe ser un apoyo y no un espectáculo en sí misma.